27/9/08

Prefacio

Un grupo de analistas e investigadores del sector publico y privado, investigan la constante evolución del ser humano en el siglo XX ; dirigen sus esfuerzos al análisis de condiciones y situaciones sociales.
Como resultado existe una constante muy clara: mientras una parte de la población avanza a pasos agigantados, la otra presenta un retroceso evidente, terrible, y abismal, y reproduce su número de forma acelerada.

En ese contexto existe una competencia -física, psicológica, social- por la permanencia de ¨los mejores ¨y los más ¨aptos¨; es decir, quienes a través de la historia han aprovechado las oportunidades de desarrollo a expensas del resto de la población. ¿Cuales son estas oportunidades? El estudio señala un sisma, una coyuntura en la historia a finales de la primera guerra mundial.

La historia del siglo XX muestra el uso indiscriminado de formas de control, al principio sutiles y basadas en una supuesta filosofía humanista -donde el ser humano deberá buscar su ¨máxima finalidad ¨, el ideal de un ser completo en lo material, para estar en condiciones de desarrollar lo espiritual-. Posteriormente esta filosofía tomó tintes individualistas: ¨no todos los seres humanos pueden alcanzar la meta¨. De esta forma existe una batalla tácita, irregular, e injusta, para poder merecer ser uno de los seres perdurables sobre la tierra.

Durante dicho siglo es evidente que la humanidad y el concepto de ser humano se devaluó; o bien se ha condicionado.

Fenómenos, como lo pueden ser el de la globalización, la migración, o el de la sobre-población humana en el planeta a lo largo del siglo XX, añaden un ambiente que repercute en un encono social. Las clases más oprimidas ven sus esfuerzos por igualdad, destruidos por la maquinaría del poder. Una sensación de angustia e incertidumbre agobia a toda la humanidad.

Los Estados ricos vivieron una franca decadencia durante finales del siglo XX. Lo cuál llevo a los Estados pobres a situaciones paupérrimas y un paro generalizado de sus actividades económicas, como forma de protesta y rebelión. Esto marginó a cientos de países a vivir en condiciones de paro y de un posterior bloqueo económico por parte de las naciones ¨más ricas¨-es decir las más poderosas-. La amenaza de un bombardeo nuclear a aquellos territorios ¨rebeldes¨ ocasionó, a la larga, el conflicto bélico conocido como La Guerra de las Piedras. Y que englobó ideológicamente a varias naciones de la orbe -las más oprimidas-.
Lo que desembocaría en el día fatídico conocido como El Gran Luto, o la Gran Noche Larga.

Bajo la premisa de la explotación de el hombre sobre el hombre, y su posterior legitimación ideológica, de las conquistas y guerras mundiales en favor siempre de la abstracta y manipulable idea de ¨la liberacion¨; de la independencia de paises oprimidos, del nacimiento de nuevas clases sociales, y una aparente estabilidad, los gobiernos/estado mantienen el control de sus poblaciones, dóciles y resignadas.

Los conceptos -la idea-de libertad, felicidad y plenitud, están manipuladas por el interés de las grandes potencias mundiales, mismas que se han dividido el control de el mundo; pero que no pueden sostener mas tiempo esta farsa. Y así, ante las constantes crisis, y la decepción, tristeza y amargura ocasionada por el Gran Luto, se ve desnudo el sistema, y queda al descubierto el verdadero trasfondo de las cosas; y ambos grupos lucharan por prevalecer, dominar y exterminar al enemigo.

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